
En toda su extensión y cada rincón luce ahora perfectamente cuidado, ofreciendo al usuario la comodidad del servicio que brinda cualquier country club del país a sus privilegiados socios.
Lo que antaño fue un nido de delincuentes, drogadictos y alcohólicos sin remedio, hoy alberga campos deportivos cubiertos con grass de envidiable aspecto y hasta una increible "mini escuela de educación vial" donde los pequeños escolares aprenden desde la más tierna infancia los buenos modales y normas de seguridad para su desplazamiento en la vía pública.

Vale oro la iniciativa.
Aplausos!!!
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