
En España los toreros se forman en escuelas desde muy tierna infancia. Por ejemplo el Juli desde los 5 años ya asistía a la arena de Sevilla para enfrentarse a la carretilla con cuernos y ensayar los pases elementales. Unos años después le ponen un novillo, luego unas vaquillonas. Siempre con el asesoramiento de viejos y experimentados toreros que le explican la técnica del toreo y le cuentan los secretos para conocer de un vistazo a su enemigo... cómo retarlo, estudiar su desplazamiento, descubrir sus mañas, defectos de casta y tendencias propias de cada ejemplar por los indicios o señas que muestra en su estampa. De esta manera en la Madre Patria a los 14 años ya están listos para tomar la alternativa como "mataores"
Los toreros buenos que hubo por estas tierras eran los Puga, Bustamante y algún otro, quienes buscaban ser amigos de cada torero extranjero que venía por Trujillo a quien invitaban a sus haciendas para mostrarle el ganado en crianza y sobre la marcha intentar una "capea", para ensayar los pases que habían visto en la faena de su invitado en la Plaza de Toros de Trujillo.

(http://torear.blogspot.com/)
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